Cada vez que camina con el niño afectado de P.C hasta la escuela o por la escuela, se acomoda en una silla para leerle un cuento o lo abraza, está utilizando los huesos, músculos y articulaciones. Sin estas importantes partes del cuerpo, usted y su hijo no podrían pararse, caminar, correr, ni tan siquiera sentarse...
Es indispensable prevenir los avances de la enfermedad e intentar sobrellevar la misma del modo más óptimo posible, por y para el bienestar de quien lo padece.
¡Ayudemosles!
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